Saturday, May 25, 2013

El “híbrido” esqueleto humano

 



¿De qué estamos hablando? Esta es la pregunta más probable... La comprensión obvia de la anatomía humana es que efectivamente estamos caracterizados por un endoesqueleto... o “estructura ósea que yace bajo el tejido blando”. Bien... pese a que estas etiquetas familiares son bastante convenientes, son igualmente simplistas. Mi intención es usar esta discusión relativamente “liviana” como una introducción a un post que escribiré más adelante (y comparativamente “pesado”) sobre qué es la verdadera postura (todavía no tiene título).
La definición del endoesqueleto ya ha sido dada, y como demuestra la imagen de dibujo animado en este post, las criaturas con un exoesqueleto se caracterizan por un esqueleto externo mientras que los tejidos blandos permanecen contenidos dentro de este. Si la pregunta fuese “¿los humanos son endo o exo?” las probabilidades son que el 99.9% diría ENDO. Por lo tanto, sugiero... ¿y si fuésemos EXO? Como todos los organismos biológicos, los seres humanos somos una mezcla de ambos.


¿Por qué?

Esta es una pregunta intuitiva, pero requiere de algunos grandes saltos en la evolución y el proceso mediante el cual el hombre pasó de las aguas a la tierra... lo que dejaré para otra oportunidad. Sin embargo, debiera entenderse que debido a las realidades de la entropía, estamos diseñados de la manera más eficiente... por lo tanto, debe haber una razón arquitectónica para el desarrollo de un “esqueleto híbrido”. Continuaré con una explicación más detallada de a lo que me refiero por esqueleto híbrido, pero de antemano quiero entregar un mensaje fundamental: las realidades de moverse dentro de un campo gravitacional han resultado en una mezcla eficiente de propiedades compresionales y tensionales (propiedades biotensegrales) que permiten algunos de los movimientos más fluidos y precisos del planeta.
 
¿Qué?

El esqueléto híbrido se caracteriza por un “núcleo” exoesquelético y una “periferia” endoesquelética. El núcleo está definido por el tórax, el abdomen y pelvis... mientras que la periferia son las extremidades (incluyendo el cuello).

Tórax

La imagen de arriba ilustra las características exoesqueléticas del núcleo. El tórax es removido de manera increíble de la columna vertebral, dado que los brazos interactúan con los homóplatos, toda la parte puede removerse como un “abrigo”. Por lo tanto, esto es básicamente la representación de un exoesqueleto... Los músculos superficiales (pectoralis latissimus dorsi, subscapularis, etc...) básicamente sirven una función dinámica y por lo tanto son excluidos de la definición de exoesqueleto.
Núcleo visceral blando





Lo que queda se muestra arriba... un núcleo “hidráulico” de tejido blando que se caracteriza por los pulmones, los contenidos abdominales y pélvicos, como también por el “envoltorio” fascial que los rodea. Ampliaré este concepto con más detalles en el siguiente post sobre la postura, sin embargo, el núcleo visceral del cuerpo es lo que nos entrega la competencia postural (o habilidad postural). Las cualidades arquitectónicas del exoesqueleto proveen el mecanismo más eficiente para dar fuerza compresional (postural) bajo un campo gravitacional.
Núcleo visceral dentro de la caja torácica y cintura pélvica





Arriba está una demostración del núcleo de tejido blando “in situ” dentro del tórax y la pelvis. Esta informativa imagen nos da una tremenda perspectiva de qué tan profundo el núcleo visceral (verdadero núcleo) lleva el crecimiento evolutivo de la pelvis y el tórax... y por lo tanto las piernas y los brazos.

Características tensionales de los brazos
Por lo tanto, brazos y piernas exhiben las características endoesqueléticas debido al hecho de que las propiedades tensionales son requeridas para el movimiento humano. Efectivamente, los músculos efectúan fuerza tensional por sobre la integridad compresional para facilitar el movimiento... de ahí el concepto de biotensegridad. Algo fundamental de comprender: la fuerza tensional no puede generarse sin un componente compresional competente.
Esta última afirmación será el foco clave en el siguiente post sobre la “verdadera postura”.
De nuevo, el crédito para Richard Paleta por formalizar el concepto de núcleo visceral con las imágenes de este post. Créditos también para el trabajo de Frederick Woods Jones quien realiza comparaciones que son bastante deslumbrantes entre organismos humanos y criaturas de mar.
Sigan en línea para lo que espero sea una formalización reveladora de un concepto interesante de postura... Más importante, cómo calza en el complejo y amplio mundo de los desórdenes del movimiento.
Saludos!

No comments:

Post a Comment